El primer año de vida de un bebé es un período de desarrollo increíble, lleno de logros emocionantes y fascinantes descubrimientos.
Uno de los aspectos más destacados de este viaje es el desarrollo motor, que abarca una serie de hitos fundamentales que marcan el camino hacia la independencia física.
Desde los primeros días de vida, los bebés comienzan a explorar el mundo que les rodea a través del movimiento. Los hitos del desarrollo motor han sido ampliamente documentados, y comprenden una serie de habilidades específicas que los bebés adquieren a lo largo de su primer año. Estos hitos son más que simples logros; son los cimientos sobre los cuales se construye el desarrollo físico y cognitivo futuro del niño.
Es muy importante destacar que la calidad y precisión de los movimientos tempranos son aspectos clave que subyacen en el desarrollo motor ya que las alteraciones en la precisión del movimiento pueden llevar al desarrollo de movimientos compensatorios.
A medida que los bebés exploran su entorno, se vuelven conscientes de las sensaciones y movimientos de su cuerpo, sentando las bases para el desarrollo sensorio-motor.
Cuando hablamos de desarrollo sensorio-motor nos referimos a que el desarrollo motor implica una interacción compleja con diferentes sistemas sensoriales, incluidos el visual, el vestibular y el somatosensorial (tactil). Estos sistemas trabajan en conjunto para proporcionar al bebé la información sensorial necesaria para realizar movimientos coordinados y equilibrados. Desde los primeros intentos de levantar la cabeza hasta los primeros pasos vacilantes, cada movimiento es una oportunidad para aprender y crecer. Por otro lado, el movimiento en sí, a su vez estimula estos mismos sistemas sensoriales, por lo tanto, es una relación bidireccional y entrelazada entre lo sensorial y lo motor.
Por otro lado, cuando hablamos de estabilidad, ¿Sabías que uno de los aspectos más importantes del desarrollo motor es el control del tronco? El tronco actúa como el centro de gravedad del cuerpo y proporciona estabilidad y soporte para otros movimientos. A medida que los bebés desarrollan el control del tronco, también mejoran su capacidad para controlar la cabeza y las extremidades, lo que les permite explorar su entorno de manera más efectiva.
También es muy importante saber que el desarrollo motor no se limita a movimientos simples en un solo plano; los bebés aprenden a moverse en tres dimensiones, lo que les permite adaptarse a una variedad de situaciones y entornos. Desde la flexión y extensión en el plano sagital hasta la rotación en el plano transversal, cada movimiento es una oportunidad para aprender y crecer. Es por esto tan relevante cuando hablamos del "movimiento libre" en donde se le permita a los bebés moverse, probar y conocer diferentes posturas y posibilidades de movimiento en todos los planos posibles.
A medida que los bebés alcanzan hitos importantes, como sentarse, gatear y finalmente caminar, adquieren una mayor independencia y autonomía. Sin embargo, para algunos bebés, el camino hacia el desarrollo motor puede ser más desafiante, con dificultades para alcanzar ciertos hitos en el tiempo esperado.
En resumen, el desarrollo motor durante el primer año de vida es un proceso fascinante y complejo que sienta las bases para el crecimiento físico y cognitivo futuro del niño. Al comprender los componentes clave de este proceso, los padres y cuidadores pueden apoyar de manera más efectiva el desarrollo de sus hijos y celebrar cada logro en el viaje hacia la independencia y la exploración del mundo que les rodea.
Los y las invitamos a tener en cuenta algunos de los aspectos de los cuales leyeron hoy aquí y a seguir aprendiendo con nosotros para continuar estimulando, apoyando y acompañando el desarrollo de los más pequeños en casa.
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